Como trabajamos...

Nuestro lugar de trabajo es sagrado, el trabajo en sí es sagrado...
Consideramos a la placenta un órgano de vida, creado por la mujer para nutrir, dar vida, y que le pertenece, por lo tanto durante el trabajo es tratado con sumo respeto, delicadeza y el cariño que se merece...
En un rincón está nuestro altar, lo encendemos con la intención, de ser únicamente el canal, las herramientas de trabajo, donde la energía del amor entregue las mejores propiedades de la placenta a su familia.

Siempre pedimos permiso antes de trabajar y agradecemos al finalizar.


Trabajamos con el máximo cuidado e higiene que implica trabajar con recursos de la naturaleza que ella nos brinda, basándonos en las exigencias del departamento bromatológico de México, con elementos
descartables y esterilizados.

 Cada trabajo con su individualidad, cada placenta es diferente, como lo son las huellas digitales, por lo tanto así también cada trabajo es único en
experiencia, sensaciones y energía. Trae su historia, que hay que cuidar.



Todos los elementos se guardan en un mismo lugar a parte del resto  y se utilizan únicamente para este trabajo.


Alegría, respeto, cuidado, intención, agradecimiento, es el clima que se genera durante la tarea de canalizar las propiedades de la placenta para su propia familia.
El resultado es para ellos...

Impresiones....                                                                 Tintura...











Cápsulas....

Un recurso propio, natural y tan sabio como la misma naturaleza que trabaja por la vida, para la vida....